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Muchas empresas ya han optado por impulsar la transformación digital de sus estructuras desde una perspectiva integral y que incluya a las personas, que son quienes a fin de cuentas conforman cualquier organización y aportan su trabajo y talento en el día a día.

Parece una obviedad, pero sin las personas no existirían las grandes oportunidades que brinda el ecosistema digital. Y cuando ambos aspectos se desconectan, los resultados son peores.

Sin embargo, no todas las empresas parecen conscientes de ello. Todavía algunas invierten en tecnología para ser innovadoras olvidando el capital humano que hay detrás de ellas, a quienes van a utilizar esa tecnología y sacar provecho de ella, por ejemplo, para ser más innovadores.

Como decía el famoso claim “la potencia sin control no sirve de nada” un estudio de McKinsey concluye que:

“Invertir en tecnología no asegura el éxito si detrás no hay talento”.

Porque la tecnología es un claro canal para conectar y detectar talento, o eso al menos creemos desde nuestra solución SaaS de innovación abierta, con la que promovemos una cultural integral de innovación, que piensa y pone al frente a las personas mediante:

bullet La escucha activa, horizontal y bidireccional (de arriba-abajo y abajo-arriba)
bullet 
La confianza en la comunidad y en la inteligencia colectiva.
bullet La integración democrática de todas las personas en un modelo de innovación.

❌¿Suena demasiado complejo?
Sigue leyendo, no es para tanto.

Todos parecemos estar de acuerdo en que cualquier factor nuevo requiere de una pequeña adaptación. Esa suele ser la principal resistencia por la que, en la vida o en el trabajo, en ocasiones somos reacios a innovar. Y a veces por ello nos perdemos grandes resultados.

Si Banco Sabadell no hubiese escuchado la idea de uno de sus empleados, compartida en nuestra solución de innovación, no estaría obteniendo a día de hoy los beneficios anuales cercanos a los dos millones de euros que ha brindado la idea.

“Las comunidades online contribuyen a acelerar los cambios gracias al mayor compromiso y participación de los empleados”. – McKinsey, abril de 2015.

 

En resumidas cuentas, escuchar y motivar a nuestro equipo puede aportarnos grandes ideas.

bullet Ahora bien, ¿Cómo generar una cultura de cambio?

Algunas iniciativas para “movilizar a las masas” fallan porque no hay una estrategia clara detrás ni una voluntad real de escuchar lo que los empleados nos dicen.

Así, las ideas bordean el perímetro de una organización al encontrar una barrera (fundamentalmente jerárquica) que les impide llegar al núcleo de la misma.

Y ante este desperdicio de talento y oportunidades McKinsey propone:

1. Fomentar el engagement de todos los miembros del equipo.

Haciendo partícipes a las personas (equipos, clientes, proveedores y demás stakeholders) del diseño casi artesanal de una historia (un producto, un proyecto) del que no son meros recipientes pasivos o teclas ejecutoras. En definitiva:

 NO ES SÓLO CONTAR, TAMBIÉN ES COMPARTIR.

Y los espacios de innovación abierta pueden ser el canal adecuado para ello. Una forma de estimular el talento y de hacerlo partícipe de procesos. Cada persona es distinta y ahí reside la riqueza del ser humano. Los procesos de inteligencia colectiva permiten integrar matices, distintas sensibilidades y talentos alineados a un fin común.

2. Conectar conocimientos aislados en una coreografía que integre a todos

Uno de los grandes retos en las organizaciones actuales es romper con las conductas aisladas -’de silos’- e incompatibles con una estrategia de desarrollo global. En ese sentido, colaborar de forma conjunta es más que una aspiración; es un ejercicio mantenido en el tiempo.

McKinsey habla de la importancia de crear “cadenas sociales” a través, por ejemplo, de comunidades para compartir y colaborar que permiten aflorar nuevas ideas e innovaciones. Con ello todos ganan. Los miembros del equipo participan y su talento se escucha. Y los líderes detectan prioridades, necesidades, talento. Todas las partes tienen su rol en la coreografía y todas son necesarias.

El caso de ABN-AMRO
El informe de McKinsey expone cómo el banco holandés creó “una cadena social” de innovación abierta a sus más de 1.000 empleados, recibiendo numerosos inputs de éstos con resultados sobre sus líneas de negocio
Nuestra experiencia con Grupo Banco Santander
Contar con una comunidad de innovación ha permitido a la entidad impulsar, a nivel global, una cultura colaborativa de detección del talento, aumento de la productividad y de refuerzo del intraemprendimiento.


3.
 Hacer partícipes a todos en el proceso

¿Por qué limitarnos a escuchar a nuestros empleados?…

… cuando lo cierto es que a veces son nuestros clientes quienes mejor nos conocen. Y quienes son más exigentes. A fin de cuentas, de ellos depende el retorno de información y de beneficios; de ahí la importancia de su satisfacción y escucha.

“La innovación abierta permite desarrollar una estrategia centrada de verdad en el cliente, con el que se construye una relación basada en la confianza”. – McKinsey, abril de 2015.

Abrir una comunidad de innovación a nuestros clientes puede facilitar el que aporten nuevas ideas para mejorar nuestros productos y servicios, así como establecer un canal de comunicación más democrático y transparente que las típicas líneas telefónicas, las encuestas o las evaluaciones de calidad.

El caso de KLM.
El informe de McKinsey narra cómo la aerolínea holandesa decidió apostar por una plataformas de ideas abierta a sus clientes. Éstos compartieron más de 1.000 ideas y reforzaron, de forma notable, su fidelidad con la compañía.
Nuestra experiencia con Mutua Madrileña.
La aseguradora madrileña cuenta desde 2012 con “Soy innovador”, una comunidad de ideas abierta a todos sus clientes que ha permitido desarrollar nuevos productos e ideas de negocio.

En conclusión, la tecnología al servicio del talento puede aportarnos:

  • La creación de nuevos mercados y productos.
  • El desarrollo de todas las oportunidades que ofrece la era digital
  • La asunción de una cultura de innovación integradora y basada en la participación.
  • La mejora del clima laboral y del engagement entre marcas y personas.

bullet  Y ahora, ¿quieres contar con tu propia comunidad de innovación? Podemos ayudarte.

Miguel Martínez

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