Site Loader

Todos se definen como líderes (personas que dirigen a un colectivo, según la RAE) pero sólo 1 de cada 4 escuchan las ideas y opiniones de sus subordinados. Es lo que se desprende de la encuesta “The risk of ignoring Employee Feedback” sobre casi 28.000 altos ejecutivos, managers y empleados de la que se hace eco Forbes.

escucha activa e innovación con empleados

En base a los números, su responsable, el divulgador Mark Murphy; ofrece una conclusión clara: pocos de los que se autodenominan líderes están abiertos a valorar las ideas o sugerencias de mejora de sus empleados, aun cuando la tecnología hace hoy más posible que nunca el contar con ellas.

Pese a ello hay margen -aunque estrecho- para la esperanza, pues la suma de líderes que siempre y que con frecuencia escuchan a sus subordinados (ver gráfica) suma casi la mitad -el 47%- del total de encuestados.

¿Esperanza real? Relativa. Ya que ese mismo dato lleva implícito que el 53% de líderes creen que ostentan casi en exclusiva el monopolio intelectual de sus compañías…

La inteligencia colectiva es sexy…

… y tener en cuenta a quienes son parte de la organización hace a ésta más fuerte. No sólo porque hay más ideas circulando por ella, sino porque además éstas beben de otras y se fortalecen por el camino.

Por no hablar de que el mero hecho de escucharlas tiene efecto sobre sus autores. Las empresas abiertas a las ideas de sus empleados son más efectivas a la hora de captar y retener talento.

Los datos de la encuesta así lo confirman:

– El 62% de los empleados preguntados recomendarían trabajar en aquellas empresas en las que sus opiniones son tenidas en cuenta.
– Y el 5%, por el contrario, huirían de aquellas en las que los líderes no son receptivos a las ideas del resto del equipo.

Además, aunque escuchar lleva tiempo, es algo productivo. Valorar las aportaciones de los empleados refuerza su motivación y compromiso.

Y hablando de productividad, también permite detectar a los más innovadores y efectivos. A aquellos conocidos como high performers, los que tienen más y mejores ideas, están más abiertos a su desarrollo y sirven como ejemplo y guía para los demás.

Son, en gran sentido, los auténticos líderes que están tapados en la organización. El que no dejen de estarlo tiene consecuencias obvias (y nocivas): más empleados desmoralizados, más oportunidades perdidas y menos talento en la organización.

La conclusión parece clara. Ir de menos a más depende tanto de la actitud de unos pocos como de la de todos.

¿Quieres implantar una cultura de escucha en tu organización?
bullet Conoce nuestra solución para recabar el talento de tus empleados.

Contenido relacionado:
¿Y si los grandes líderes estuvieran ocultos?
Los grandes innovadores tejen redes de colaboración.
¿Estamos en la época dorada de las ideas colectivas?

Miguel Martínez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Quieres recibir toda la actualidad sobre innovación y todo nuestro contenido exclusivo?

Newsletter

Ir al contenido